Como cualquier parte del cuerpo la zona íntima requiere una higiene, pero es muy importante utilizar aquella que respete la flora vaginal normal. La flora está constituida por diferentes especies de microorganismos, siendo los más abundantes los lactobacilos conocidos como lactobacilos de Döderlein, que cumplen una acción protectora al limitar el desarrollo de bacterias patógenas.
Los bacilos de Döderlein degradan el glucógeno de la mucosa a glucosa y finalmente ácido láctico. Gracias a este, se mantiene el pH ácido disminuyendo el riesgo de infección, tanto bacteriana como fúngica, que aumenta a pH básico.
La gran mayoría de jabones no destinados a la zona íntima tienen un pH alcalino (superior a 7,0) y contienen detergentes, perfumes, colorantes o desodorantes en su formulación que pueden llegar a producir diferentes molestias ginecológicas.
Frecuencia de Higiene
La higiene debe ser cotidiana para evitar problemas innecesarios. Aunque en determinadas situaciones aconsejaremos aumentar esa higiene, como por ejemplo:
- Embarazo
- Después de mantener relaciones sexuales
- Durante la menstruación
- Pérdidas de orina
- Diarrea
- Hemorroides
- Periodos de calor intenso
- Después del ejercicio
Hablemos del pH
Nuestra zona íntima tiene, por norma general, un pH ácido que oscila entre 4-4,9, por lo que los productos de higiene íntima están formulados especialmente para mantener dicho pH.
En función de la etapa en la que nos encontremos, nuestro pH varía:
- Desde la niñez hasta la pubertad las niñas tienen un pH más alcalino, oscilando entre valores de 6,8 – 7,2.
- En el ciclo premenstrual el pH tiene valores entre 3,8-4,0, siendo por norma general el pH adecuado de nuestra zona íntima.
- Durante el ciclo menstrual el pH aumenta hasta valores similares a la niñez; entre 6,8 – 7,0 aproximadamente. Si a ello le sumamos el uso de compresas, puede llegar a existir una proliferación de infecciones en la zona si no mantenemos una correcta higiene.
- A lo largo del embarazo el pH es inferior a 4,5 y más ácido. Se producen más secreciones vaginales, puede haber pérdidas de sangre y por tanto es aún más importante la higiene.
- En la menopausia aumenta considerablemente el pH hasta alcanzar valores próximos a 7,2. También hay menos secreciones y más sequedad en la zona, por lo que se necesita un jabón que ayude a mejorar la hidratación de la zona.
Compresas, tampones, copa menstrual…
No todo lo que hay en el mercado es beneficioso para nuestra flora íntima. Es imprescindible que tanto compresas como tampones sean de algodón para evitar alergias o alteraciones en la vagina por el uso de plásticos en su composición. Del mismo modo, dependiendo de si nuestro flujo menstrual es mayor o menor debemos usar una absorción adecuada y cambiar nuestra protección cada 4 o 5 horas máximo. En el caso del uso de la copa menstrual, es indispensable que realicemos una correcta limpieza y desinfección entre usos.
En Ilitia queremos ofrecerte lo mejor
Sabemos que no siempre tienes las mismas necesidades, y por ello queremos ayudarte formulando productos de higiene con ingredientes de calidad aptos para cualquier ciclo y edad.
Existen dos opciones para nuestra higiene íntima: Gel de higiene íntima y Espuma de higiene íntima. Ambos formatos son syndets que contienen tensioactivos suaves (libres de sulfatos) que mantienen el pH fisiológico de la zona íntima, proporcionando una protección de las defensas naturales.
Además, ambos están formulados con una serie de activos especialmente indicados para limpiar, proteger y mantener hidratada la zona:
- Ácido láctico: aporta hidratación y regula el pH de la zona
- Aloe Vera: hidrata y regenera la piel ante posibles alteraciones aportando una acción antiséptica
- Caléndula: calma y suaviza la zona
- Polidocanol: calma el picor
- Alpha Oligoglucan: protector de las defensas naturales de la zona vaginal. Garantiza el equilibrio fisiológico de la flora bacteriana en contra de la patógena
Consejos útiles
- Lávate las manos antes y después de ir al baño; antes por ti misma y después por los demás
- Realiza la limpieza de la región perineal de delante hacia atrás y seca adecuadamente la zona con una toalla limpia en cada uso
- No es recomendable que uses esponjas o guantes sintéticos para lavar la zona genital, ya que suponen un foco de microorganismos
- Evita las duchas vaginales (la ducha vaginal es un método de limpieza que consiste en lavar la zona de forma interna, generalmente con una solución compuesta por ingredientes agresivos) ya que desprotegen al arrastrar la flora vaginal al exterior
- Evita el uso de desodorantes íntimos
- Intenta utilizar ropa interior con una composición 100% algodón en el día a día
- Evita la ropa ajustada ya que aporta calor y humedad por norma general, favoreciendo las infecciones por hongos
- En épocas calurosas, evita tener el bañador o bikini mojado demasiado tiempo. Intenta cambiártelo y ponerte ropa limpia y seca
- Controla la ingesta de medicamentos. Tras acabar el tratamiento con antibióticos la mujer es mucho más propensa a contraer infecciones vaginales
En circunstancias normales no olvides, como mínimo, visitar al ginecólogo una vez al año. Cuando éstas se vean alteradas o tengas cualquier duda, no dudes en consultarle.
Una detección a tiempo es fundamental para evitar problemas mayores.