En nuestro anterior artículo, Todo sobre la Menstruación.Parte 1, os hablábamos sobre qué es la menstruación, las diferentes partes del aparato reproductor femenino, la causa del sangrado o la frecuencia del mismo junto con los posibles trastornos, entre otros puntos. En esta segunda parte, hablaremos sobre las diferentes opciones de productos que existen en el mercado para “contener” el flujo menstrual o sangrado: hablamos de las compresas, de los tampones y, más recientemente, de la copa menstrual.
Como bien sabemos, la menstruación, el periodo, o más comúnmente conocida en términos coloquiales como “la regla”, suele ocurrir alrededor de los 12 años suponiendo la madurez sexual de la mujer, mientras que la pérdida del periodo se denomina menopausia, y suele ocurrir en torno a los 50 años marcando el final del periodo fértil de la mujer.
RECORDEMOS: ¿POR QUÉ SE PRODUCE EL SANGRADO?
El sangrado vaginal que caracteriza a la menstruación recibe el nombre de flujo menstrual y se produce por el desprendimiento de tejido endometrial que estaba preparado para albergar el feto.
El endometrio se engrosa en cada ciclo menstrual con el fin de alojar al embrión, cuando se produce la fecundación del óvulo. Este tejido es similar a una esponja y contiene gran cantidad de sangre y nutrientes que, cuando no hay fecundación o el óvulo fecundado no consigue adherirse a la pared del útero, el endometrio engrosado se descama y los restos de tejido son expulsados a través de la vagina, junto a la sangre que se genera por la rotura de pequeños vasos sanguíneos durante el proceso.
HIGIENE Y PROTECCIÓN ÍNTIMA FEMENINA
Después de recordar la causa del sangrado, debemos conocer que podemos llegar a expulsar aproximadamente 100 mililitros por periodo, es decir, el equivalente a una taza de café.
Si no queremos manchar nuestra ropa interior o prendas de vestir, y tener que cambiarlas cada poco intervalo de tiempo, podemos contener dicho sangrado gracias a una serie de productos de higiene y protección íntima como son las compresas, los tampones o la copa menstrual.
- COMPRESAS. Una compresa es una tira desechable de celulosa, o material similar, que se coloca en el exterior de la vagina (en las braguitas) y sirve para absorber secreciones o flujo menstrual de la mujer.
La mayoría de las niñas prefieren usar compresas cuando comienzan sus periodos, ya que es un método de protección que no parece tan «invasivo» como los tampones o la copa menstrual, y de uso mucho más fácil a simple vista. Los diferentes tamaños disponibles de compresas hacen que para ella, sea más sencillo determinar qué compresa es la más adecuada al ver cuánto sangra de manera visual. Además, es un paso primerizo para que la niña se acostumbre al propio sangrado.
- TAMPONES. Un tampón es un artículo de higiene o protección femenina íntima fabricado de algodón, de forma cónica que se coloca dentro de la vagina. Son de material absorbente e inocuo enrollado sobre si mismo que, en la mayoría de casos, dispone de un aplicador de plástico que, tras colocar el tampón en el interior del cuello de la vagina, se desecha. El cordón que sobresale sirve para extraer el tampón cómodamente.
Actualmente, el uso de tampones es más común ya que son algo “invisible” que no produce ninguna sensación en la niña. A diferencia de la compresa, en la cual “nota” que está ahí, además de notar el propio sangrado, con el tampón no sucede lo mismo. El tampón tampoco “se mueve” mientras se practica deporte, ni tampoco absorbe el agua de la piscina cuando se está dentro de ella. El tampón recoge la sangre en el interior de la vagina, por lo que la niña no notará la salida el flujo menstrual en ningún momento.
Al principio será un poco complicado que sepa si tiene un flujo abundante o no, pero con el tiempo podrá adaptar los tampones existentes en el mercado a sus necesidades.
- COPA MENSTRUAL. La copa menstrual es una protección higiénica que se presenta bajo la forma de una campana fabricada normalmente en silicona, con un rabillo o tira al final para facilitar su extracción. Contrariamente a otras protecciones existentes (compresas y tampones), la copa menstrual no absorbe la sangre, sino que la recoge dentro de la vagina, por ello su forma de campana hueca.
Es un producto relativamente nuevo; de carácter más sostenible para el medio ambiente (os hablaremos de esto en un apartado) pero de aspecto más complicado que un tampón, y bastante más “invasivo” desde los ojos de una niña. No obstante, es una opción muy higiénica y adecuada que os explicaremos en detalle en los su apartado para que ninguna niña tenga “miedo” de usarla y descubrir sus ventajas.
- SALVASLIP. Un salvaslip es una compresa de menor espesor y menor absorción que sirve para absorber secreciones vaginales o el final del flujo menstrual de la mujer, una vez que salen por la vagina.
Hay mujeres que lo usan como producto higiénico en su día a día para no “ensuciar” las braguitas con el flujo vaginal. También se suele usar como “compresa muy light” en el último día y los siguientes de la regla, en los cuales una compresa de muy poca absorción no es necesaria ya que prácticamente no se mancha. Del mismo modo que existen salvaslip para la incontinencia urinaria sin llegar a ser una compresa como tal.
HABLEMOS DE LAS COMPRESAS
Una compresa es un producto absorbente que, al igual que los tampones o la copa menstrual, puede usarse desde la menarquia. Se colocan en la parte interna de las braguitas, a las que se adhieren directamente gracias a la banda adhesiva que tiene la compresa en su parte inferior. En algunos casos, para evitar que la compresa se mueva, tienen refuerzos en sus laterales llamados “alas”.
Las compresas son productos de protección externa de un solo uso, es decir, recogen el flujo menstrual cuando éste ya ha salido del útero por la vagina. Por norma general, son más cómodas y adecuadas durante las primeras reglas, ya que la niña puede aprender de forma directa, la cantidad de flujo menstrual que expulsa diariamente. Su espesor es menor a 1 centímetro y, “pese a notarse” por estar en contacto directo con la vulva, no son incómodas ni generan molestias.
Durante el día, y dependiendo de la capacidad de absorción de la compresa (light, normal, ultra, noche…) la compresa se puede cambiar aproximadamente cada 4-6 horas. Durante la noche, no es recomendable prolongar más de 8-10 horas el uso de la compresa para evitar posibles infecciones.
Una vez usada la compresa, NO debe tirarse al inodoro. La mayoría de ellas se presenta con un envoltorio individual que permite llevarlas cómodamente en el bolso o neceser, además de proteger higiénicamente el interior de la compresa y permitir mantener el adhesivo en perfectas condiciones. Dicho envoltorio sirve para “enrollar” la compresa en el mismo y depositarlo en los contenedores higiénicos habilitados en los baños. En caso de no haberlo, coge papel higiénico, enrolla la compresa con el papel y deséchalo en una papelera.
Existe cierta controversia con las compresas más modernas. Antiguamente, se utilizaban paños de algodón y gasas como método de protección e higiene femenina. Eran de un espesor considerable y la esterilización se realizaba con la ebullición de los mismos en agua.
Con el avance de las tecnologías y la investigación en materia ginecológica, se han introducido nuevos materiales mucho más finos y con mayor absorción, reteniendo además, mucho mejor el olor característico de la menstruación. Sin embargo, el uso de perfumes y colorantes que enmascaran el propio color de la sangre, ha generado un aumento en la aparición de alergias vaginales e intolerancias en forma de irritaciones, picores y eczemas. Hay que tener precaución y saber elegir productos que sean adecuados y no alteren el pH ni la flora vaginal. Por suerte, existen multitud de marcas en el mercado para poder probar y encontrar la compresa perfecta.
HABLEMOS DE LOS TAMPONES
Los tampones son un artículo de higiene femenina y protección interna de un solo uso, que se coloca dentro de la vagina. Están enrollados sobre sí mismos, lo que significa que al sacarlos de su envoltorio son de un tacto más duro y tamaño más pequeño que, con el paso de las horas y la absorción de la sangre, aumentará su tamaño.
En el mercado existen multitud de marcas con diferentes tipos de absorción, pero su variedad se puede resumir en dos: con aplicador o sin aplicador.
El aplicador es un cilindro generalmente de plástico que ayuda a posicionar el tampón en el interior de la vagina, mientras que un tampón convencional, se introduce con los dedos.
La diferencia más evidente entre la compresa y el tampón es su colocación; mientras que en la compresa solo hay que retirar el papel del envoltorio y pegarlo a la cara interna de las braguitas, el tampón, tras retirar también su envoltorio, hay que introducirlo dentro de la vagina y no suele ser tarea fácil al inicio.
El tampón recoge la sangre en el interior de la vagina, por lo que la niña no notará la salida el flujo menstrual en ningún momento. Un tampón bien colocado no se nota, ni duele al sentarte ni molesta. En caso de que lo notes o sientas molestias, significa que no está bien colocado. No pasa nada, con mucha tranquilidad retira el tampón que te acabas de poner estirando del cordel que sobresale y prueba con otro nuevo.
Cabe destacar, que el tampón ofrece mayores ventajas frente a la compresa en materia de movilidad y sensaciones: el tampón bien colocado no se nota, mientras que una compresa es “algo” en contacto directo con nuestra vulva, además de que con un tampón se puede realizar cualquier actividad acuática y vestir ciertas prendas de ropa interior, con la compresa existen ciertos inconvenientes
HABLEMOS DE LA COPA MENSTRUAL
La copa menstrual es una protección íntima femenina similar a los tampones, pero de varios usos y fabricado normalmente en silicona.
Al igual que los tampones, se posiciona dentro del cuello de la vagina haciendo una especie de vacío. Aunque contrariamente a otras protecciones existentes (compresas y tampones), la copa menstrual no absorbe la sangre, sino que la recoge dentro de la vagina, por ello su forma de campana hueca.
Existen diferentes tamaños (normalmente S, M y L) que dependerán de la cantidad de flujo menstrual que expulse cada mujer o del tamaño del cuello de la vagina. Por ejemplo, una mujer que ha dado a luz es recomendable que use una copa menstrual de tamaño L, ya que su vagina ha dilatado al dar a luz y su cuello uterino es más amplio. Mientras que en una niña que ha tenido recientemente la menarquia, sería más aconsejable el uso de la talla S.
Las ventajas que ofrece la copa menstrual frente a las compresas o los tampones son varias: al igual que los tampones, evitas malos olores pero a la vez, evita la posible sequedad vaginal que pueda generar la absorción por el tampón de los flujos. Se puede llevar hasta 12 horas seguidas, por lo que el descanso nocturno o las excursiones se pueden alargar sin problemas, del mismo modo que es mucho más ecológica que las compresas o los tampones, ambos de un solo uso: la copa menstrual tiene una durabilidad de 10 años, y sólo es necesario lavarla y esterilizarla a continuación con agua hirviendo, antes y después de usarla.
Al ser de silicona y no contener agentes blanqueantes, colorantes o perfumes, tiene un índice de alergia prácticamente inexistente, por lo que para mujeres con un entorno vaginal delicado es altamente recomendable.
¿CUÁL ES MEJOR?
Todos y ninguno. Dependerá de lo que la niña quiera usar en sus periodos y con lo que más cómoda se sienta.
Seguramente, al inicio use compresas ya que, como explicaremos en el siguiente apartado, es más sencilla su colocación y no parece tan invasivo como los tampones o la copa menstrual a primera vista. O quizás no, puede que desde un buen inicio no quiera oír ni hablar de las compresas porque le parece algo “desagradable” y decida usar tampones o la copa menstrual.
Suele oscilar entre 1,50 – 3€ el pack de aproximadamente 10 compresas.
Quizás cuando experimente las ventajas de los tampones (no se notan, puede practicar deporte sin temer a la movilidad de la compresa, puede bañarse sin problemas en piscinas mientras está menstruando, etc..) decida utilizarlos. O no, tal vez le parece extraño tener algo “ahí dentro metido” y prefiera que su flujo se recoja con una compresa.
Suele oscilar entre 3-5 euros la caja de 20-24 unidades.
Y tal vez decida que ir a comprar tampones o compresas todos los meses al supermercado es un engorro, que prefiere invertir en dos copas menstruales (“quita y pon”) y olvidarse hasta dentro de 10 años.
El precio de una copa menstrual suele oscilar entre 18-25 euros.
El mejor método de higiene y protección íntima dependerá solo de ella. Y, por supuesto, todos estos métodos se pueden combinar: puedes usar tampones durante el día y, por la noche, ponerte una compresa o la copa menstrual.
CÓMO SE COLOCA UNA COMPRESA
Lo más sencillo del mundo:
- Siéntate en el inodoro, o quédate de pie con las piernas un poco abiertas y las braguitas bajadas hasta el muslo.
- Abre el envoltorio de la compresa, no te puedes equivocar ya que es esa tela fina de plástico muy fino, normalmente de colores chillones.
- (1) Separa o despega la compresa del envoltorio y pégala más o menos centrada en tus braguitas. Con el tiempo sabrás si necesitas pegarla más adelante o más atrás en tus braguitas. No te preocupes.
- (2) En caso de tener un extra de adherencia, es decir las alas, quita el papel que protege las alas y pégalas a las braguitas de forma que “la compresa abrace la braguita”
- (3) Asegúrate que estén bien pegadas las alas.
- Súbete la ropa interior y ¡listo!
Cuando quieras retirarla para cambiarla por una nueva, es igual de sencillo:
- Siéntate en el inodoro, o quédate de pie con las piernas un poco abiertas y las braguitas bajadas hasta el muslo.
- Coge la compresa por la parte superior y estira hacia a ti para despegarla fácilmente. No te preocupes por las alas, la compresa resiste los movimientos suaves pero al retirarla sale muy fácilmente.
- Aquí tienes dos opciones:
- Si tu regla está en las últimas y ya no quieres usar compresas, puedes utilizar un salvaslip. Coge un poquito de papel higiénico y enrolla la compresa con éste. Seguidamente, tíralo todo al contenedor higiénico o a la papelera.
- Si quieres cambiarla por otra compresa, utiliza el envoltorio de la compresa nueva para enrollar la compresa usada y seguidamente, tíralo todo al contenedor higiénico o a la papelera. En este caso, repite los 5 pasos anteriores para ponerte la compresa nueva.
Con el paso del tiempo, determinarás qué compresa es la más adecuada para ti (light, normal, ultra…) dependiendo de tu flujo menstrual y de las circunstancias que te rodeen: si vas a realizar un viaje largo, quizás sería recomendable el uso de una compresa de más absorción que si, por ejemplo, estuvieras en casa durante todo el día.
CÓMO SE COLOCA UN TAMPÓN
Requiere un poquito más de práctica que una compresa, pero igualmente sencillo:
- Al igual que con las compresas, tú eliges cómo posicionarte para que sea más cómoda la colocación del tampón. Ten en cuenta que la entrada y el cuello de tu vagina no están rectas, por lo que el tampón tiene que colocarse con cierta inclinación hacia ti / tu columna vertebral. Hay chicas que prefieren hacerlo sentadas en el inodoro, otras de pie ligeramente acuclilladas, y otras chicas prefieren hacerlo de pie con un pie encima del inodoro.
- Con tus manos, ¡previamente lavadas, muy importante!, ponte en la postura más cómoda para ti y coge el tampón. Estira, en caso de ser necesario, el aplicador hasta que oigas el *click*. En la caja de los tampones, suelen venir las instrucciones de cómo preparar el tampón para su inserción. En caso de no tener aplicador, coge el tampón por la base de éste y ves al apartado 4.
- Una vez hayas preparado el aplicador, coge con tu dedo índice y pulgar la zona central del tampón. Normalmente viene unas muescas circulares para que sepas de dónde tienes que cogerlo.
- Abre tu vagina y deposita el tampón en la entrada de la vagina.
- Tranquilamente, busca introducir lentamente el tampón en tu interior. Si notas que te es complicado o no entra con facilidad, seguramente sea porque lo estás introduciendo de manera “recta”. Prueba a realizar movimientos circulares suaves con el tampón para saber qué inclinación y posición es la correcta para que entre con facilidad por la vagina.
- Cuando tus dedos hagan contacto con el exterior de la vagina, con el dedo índice de la misma mano, aprieta suave y sin miedo para que el aplicador empuje él solito el tampón al interior de la vagina. En caso de no tener aplicador, usa tu dedo índice para meterlo en el interior de la vagina hasta que tu nudillo haga contacto con tu vagina por el exterior.
- Si está bien colocado, prueba a sentarte y ponerte de pie, no tienes que notarlo ni sentirlo.
- En caso de notarlo o sentir alguna molestia, posiblemente no esté bien puesto. Retíralo y prueba con uno nuevo.
Retirar un tampón es muy sencillo pero, en algunas personas, puede provocar ciertas molestias.
- Con la postura que tú decidas (de pie, sentada, acuclillada, de pie con el otro pie en el inodoro…) coge del cordel que sobresale de tu vagina.
- RELÁJATE. ES FUNDAMENTAL, ya que si estás tensa, inconscientemente realizas fuerza con las paredes interiores de tu vagina y estás “apretando” el tampón.
- Estira del cordón en el mismo sentido en el que lo colocaste SIN MIEDO. Si estiras “en recto”, seguramente te cueste más retirarlo y te provoque ciertas molestias.
- Si el tampón no ha absorbido suficiente flujo menstrual, puede que te moleste al retirarlo ya que es más “duro” que cuando está lleno de flujo. (piensa en una esponja normal, si está llena de agua es más blandita que sin ella) Es algo NORMAL y no debe preocuparte, por eso la relajación es una parte imprescindible a la hora de retirar el tampón.
- Una vez retirado, enróllalo en papel higiénico y tíralo en la papelera o contenedor higiénico.
CÓMO SE COLOCA LA COPA MENSTRUAL
Aunque parezca que la copa menstrual es más grande que un tampón, enrollada para su colocación tiene prácticamente el mismo diámetro, por lo que no te asustes. La copa a diferencia del tampón NO absorbe el flujo menstrual si no que lo recoge por eso, genera cierto “vacío” en tu interior para que no existan pérdidas por la pared vaginal.
Su colocación es similar a la de un tampón, solo requiere un poco más de “técnica” para doblarla:
- Lávate las manos y asegúrate que tu copa menstrual está limpia y correctamente desinfectada (normalmente se lava hirviéndola con agua unos 5 minutos)
- Como anteriormente hemos mencionado, colócate de la manera que te sea más cómoda.
- La parte que requiere más técnica: dobla la copa menstrual. Al ser de silicona es muy endeble y blandita, por lo que no te preocupes y dóblala por la mitad hacia adentro (3), este paso es sólo para introducirla en tu vagina.
- Introdúcela despacio y sin miedo por la vagina hasta que entre completamente.
- Cuando esté en el interior regresará a su forma inicial, por lo que entonces coge de la punta de debajo de la copa y gírala dentro del cuello de la vagina para comprobar que está bien colocada y no existen paredes sin tocar.
Cuando la quieras retirar, sólo tienes que meter el dedo índice y pulgar en tu vagina (muy poco, la copa menstrual queda ubicada más hacia el exterior que el tampón) y tira suavemente de la copa, puedes realizar movimientos circulares para ayudarte.
Una vez fuera, tanto si vas a cambiarla como retirarla hasta la próxima menstruación, lávala con jabón neutro.
Es más recomendable lavarla y esterilizarla antes de su nuevo uso, sea el ciclo próximo como el mismo día.
ALTERNATIVAS ECOLÓGICAS Y ECONÓMICAS
Si bien es cierto que una niña no suele tener el mismo criterio ecológico ni económico que un adulto, a medida que crecemos empezamos a cuestionar otros aspectos.
Existen tampones ecológicos y compresas ecológicas, a lo cual vienen a ser prácticamente lo mismo que sus versiones comunes, siendo biodegradables (tampoco se recomienda tirarlas al inodoro).
No suelen llevar blanqueantes, colorantes ni perfumes por lo cual son mejores para la flora vaginal y respetan el pH de la misma. El algodón con el que están fabricadas suele tener un tacto más agradable y las alas no rozan en la ingle de la misma manera que las compresas comunes, ya que son más finas y más suaves. No obstante, para las personas más preocupadas por el medio ambiente, siguen generando “deshechos” innecesarios.
La llegada de la copa menstrual ha sido toda una innovación: un producto que cuesta alrededor de 18-25 euros y que dura, nada más y nada menos, que 10 años aproximadamente. No existen desperdicios ni contaminación, y en cuestión de dos ciclos o tres, se ha amortizado la inversión de la copa menstrual inicial. Aparentemente parece un producto con muchísimo futuro, e incluso algunas copas ya vienen con aplicador.
También existen compresas de tela que son lavables. Económicamente hablando es una inversión prácticamente nula ya que tiene un precio realmente bajo. En materia de sostenibilidad, tiene las mismas características que la copa menstrual. Pero no suelen resultar cómodas ya que, como son reutilizables, la compresa usada “la guardas” en el bolso o neceser contigo hasta llegar a casa y poder lavarla cómodamente.
RESUMIENDO
En el mercado existen multitud de marcas tanto de compresas, tampones y copas menstruales; con alas, sin alas, con aplicador, sin aplicador, plegados, sin plegar, tamaño viaje, completamente abiertas, de capacidad mayor, menor… por lo que NO te estreses si tus amigas más cercanas utilizan tampones de cierta marca o compresas sin alas.
No necesariamente la marca que usen tus amigas puede irte bien; puede contener colorantes, perfumes o materiales que por cualquier circunstancia a ti te produzcan alergia o, sencillamente, no te sean cómodos.
Solo tú podrás decidir qué es más cómodo para ti y, por supuesto, la combinación entre ellos es totalmente compatible y el hacerlo, no afectará a tu calidad de vida.
Prueba, cambia, elige.
Tu vida íntima es solo tuya.