Unos de los cambios físicos más significativos en el cuerpo humano, son los que se realizan cuando dejamos a un lado la etapa de la niñez para adentrarnos en el mundo de la pubertad junto con la adolescencia. En el caso de los hombres, aparece el nacimiento de la barba, el vello en las extremidades del cuerpo, la voz cambia y se desarrolla el aparato reproductor masculino. En el caso de las mujeres, se desarrolla el pecho (las mamas), aumenta la estatura de manera notable, se ensanchan las caderas y el aparato reproductor femenino inicia la edad fértil con la menstruación.
Cada persona, indistintamente de si es hombre o mujer, se desarrollará a su propio ritmo, realizando dichos cambios hasta la etapa adulta.
A las niñas nos enseñan, tanto en casa como en el colegio, que cuando dejamos a un lado la etapa de la niñez para adentrarnos en la adolescencia, o con la aparición de la menarquia, debemos comenzar nuestra visita anual al ginecólogo.
El ginecólogo es el médico especializado en el aparato reproductor femenino, pero no solo se encarga de ello, sino que también es el encargado de ayudarnos en la exploración de nuestras mamas y en colaborar frente a posibles problemas derivados tanto del aparato reproductor femenino como de los senos.
¿QUÉ SON LAS MAMAS?
Las mamas son un órgano glandular ubicado en el pecho encargadas de conducir la leche materna hasta el bebé durante la etapa inicial, además de ser un atributo característico natural de la mujer.
La mama está formada por tejido conjuntivo, grasa y tejido mamario bajo la piel, que contiene las glándulas encargadas de producir la leche materna. Externamente, podemos encontrar a dos componentes que sobresalen: la areola y el pezón.
- CAJA TORÁCICA. El tórax es la parte del cuerpo humano que está entre la base del cuello y el diafragma.
- MÚSCULO PECTORAL. El músculo pectoral mayor es un músculo superficial, plano, ubicado en la región anterosuperior del tórax.
- LÓBULOS. Parte de la mama que contiene los lobulillos, que son las glándulas que se encargar de producir la leche.
- AREOLA. Área pequeña circular coloreada que rodea al pezón.
- PEZÓN. Protuberancia pequeña en la parte más o menos central de la mama.
- CONDUCTOS GALACTÓFOROS. Formado por una serie de conductos que transportan leche desde los lóbulos mamarios al pezón.
- TEJIDO ADIPOSO. El tejido adiposo o tejido graso es el tejido conjuntivo conformado por la asociación de células que acumulan lípidos en su citoplasma: los adipocitos.
CAMBIOS MÁS COMUNES EN LAS MAMAS
En algún momento de la vida, la mayoría de las mujeres experimenta cambios en sus mamas y no suele trascender más allá de una etapa o momento puntual. La edad, los niveles hormonales y los medicamentos pueden causar bultos, masas y secreciones no deseadas.
Algunos de los cambios suelen ser:
- HIPERPLASIA. Es un crecimiento excesivo de células, con más frecuencia en el interior de los lobulillos o en los conductos del seno.
- CAMBIOS FIBROQUÍSTICOS. Aparece un engrosamiento e hinchazón antes del periodo menstrual en la mama, además de una presencia de nódulos.
- QUISTES. Sacos rellenos de líquido que se sienten como una bolita o nódulo. No suele ser necesaria su extirpación a menos que sea doloroso, suele aparecer con mayor frecuencia en mujeres premenopáusicas.
- FIBROADENOMAS. Unos nódulos redondos, sólidos, lisos, duros o blandos que se mueven cuando se ejerce presión sobre la mama y suelen acompañar dolor. No suele ser necesaria su extirpación a menos que sea doloroso, suele aparecer con mayor frecuencia en adolescentes y mujeres jóvenes.
- TUMOR FILODO BENIGNO. Semejante al fibroadenoma ya que puede sentirse un bulto, pero usualmente no causa dolor.
- PAPILOMAS INTRADUCTALES. Protuberancias parecidas a verrugas en la zona de la areola. Ocurre con mayor frecuencia en mujeres entre 30 y 50 años y se elimina mediante cirugía.
- ADENOSIS ESCLEROSANTE. Son pequeños bultos causados por lobulillos agrandados que pueden llegar a ser dolorosos. No es necesario su tratamiento, desaparecen solos.
- MASTOPATÍA DIABÉTICA. También llamada mastitis linfocítica, lobulitis, ductitis esclerosante linfocítica. Son bultos pequeños y duros. Se presenta con más frecuencia en mujeres premenopáusicas con diabetes tipo 1 que dependen de insulina.
- PRODUCCIÓN DE LECHE SIN AMAMANTAR. La galactorrea es una secreción de leche por el pezón que no está relacionada con la producción normal de leche para la lactancia. Generalmente, se produce en mujeres, incluso en aquellas que nunca han tenido hijos o después de la menopausia, pudiéndose producir incluso en hombres.
¿POR QUÉ ME DUELEN A VECES LAS MAMAS?
El dolor previo a la menstruación es muy frecuente, no obstante, si sucede en épocas en las que no se está menstruando suele saltarnos la voz de alarma.
Los cambios hormonales de la menopausia también pueden dolor en los senos. Normalmente ocurre justo antes de la llegada de esta etapa, cuando los ovarios producen una cantidad elevada de estrógenos. Al cabo de un tiempo el organismo se estabiliza y la molestia que sentíamos en los senos, suele desaparecer.
Unas mamas muy fibrosas también pueden generar dolor, un dolor muscular que irradie el dolor hacia el pecho puede producir dolor en las mamas, un golpe en la zona o una contractura son otras de las posibles causas.
Sea como sea, frente a cualquier anomalía o dolor, debemos acudir al especialista para que determine la procedencia y aportar un tratamiento adecuado.
PATOLOGÍAS DE LAS MAMAS
MASTITIS
La mastitis es una inflamación en el tejido mamario que, por lo general, afecta solo a una mama. La inflamación del tejido mamario provoca dolor, calor y enrojecimiento en los pechos, con la posibilidad de manifestarse fiebre e infecciones.
Una de las causas principales de la mastitis es la obstrucción de un conducto mamario durante la lactancia materna. Si la mama no se vacía completamente en cada toma, uno de los conductos mamarios se puede obstruir como consecuencia del retorno de la leche materna al interior de la mama, lo que puede desencadenar en una posible infección.
Otra de las causas principales de la mastitis son las propias bacterias de la superficie de la piel y de la boca del bebé. Éstas, pueden entrar en los conductos mamarios a través de una grieta en la piel del pezón o una abertura en el conducto mamario, obteniendo leche materna estancada.
La mastitis suele ser tratada con antibióticos, y en caso de no tratarla adecuadamente, suele ir acompañada de drenajes en caso de infecciones más severas. Cuando se trata la mastitis en época de lactancia materna, es el especialista el encargado de determinar si se debe interrumpir la lactancia materna, o si por el contrario es beneficioso para ambos.
En algunos casos, se puede confundir la mastitis con el cáncer de seno inflamatorio. La diferencia entre determinar una patología u otra radica en que el tratamiento con antibióticos a lo largo de un periodo de tiempo no está siendo eficaz, por lo que se recomendaría visitar al especialista de manera inmediata para realizar las pruebas correspondientes.
TUMOR BENIGNO/ FIBROADENOMA
Tal y como hemos mencionado anteriormente, los fibroadenomas son unos nódulos redondos de bordes bien definidos, lisos, duros o blandos que se mueven cuando se ejerce presión sobre la mama y suelen acompañar dolor. No suele ser necesaria su extirpación a menos que sea doloroso, y suele aparecer con mayor frecuencia en adolescentes y mujeres jóvenes.
Se consideran tumores benignos (no cancerosos) compuestos por tejido glandular y tejido estromal (conectivo). Al tacto, parecen como una especie de canica dentro del seno. Algunos fibroadenomas son demasiado pequeños como para poder palparse descubriéndose en mamografías o ecografías mamarias. Sin embargo, otros fibroadenomas pueden alcanzar tamaños de hasta una nuez.
Para saber si un tumor es un fibroadenoma o algún otro problema, es necesario realizar una biopsia (extraer tejido mamario).
La mayoría de los fibroadenomas suelen denominarse fibroadenomas simples. Sin embargo, algunos fibroadenomas pueden presentar también otros cambios, llamándose fibroadenomas complejos. Éstos, tienden a ser más grandes y a ocurrir en pacientes de edad más avanzada.
A veces, estos tumores dejan de crecer, o incluso disminuyen de tamaño por sí solos, sin recibir algún tratamiento. No obstante, es importante que las mujeres que padezcan fibroadenomas se sometan regularmente a exámenes de los senos para asegurarse de que los fibroadenomas no crecen y pueden derivar en cáncer.
ABSCESOS
Los abscesos mamarios son una acumulación de líquido en forma de pus en la mama, apareciendo de forma generalizada en mujeres lactantes. Los especialistas suelen drenar el absceso con una aguja o mediante una incisión para retirar la pus acumulada, tratándose con antibióticos una vez realizado el drenaje.
Las infecciones mamarias son, por lo general, causadas por bacterias comunes que se encuentran en la piel de manera normal, como los estafilococos. Las bacterias se introducen a través de una fisura o ruptura en la piel, generalmente en los pezones. También pueden producirse por una mala postura del bebé lactante o una mala postura del pecho.
Las infecciones se ubican en el tejido graso de la mama ocasionando una inflamación, la cual comprime a su vez los conductos galactóforos, provocando dolor de la mama y sensibilidad.
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QUISTES
Los quistes mamarios son sacos llenos de líquido dentro de la mama, pudiendo aparecer en una o ambas mamas, de consistencia blanda y no desplazables por la mama al tacto. Son bultos redondos u ovalados con bordes irregulares, aproximadamente del tamaño de una uva. No suelen requerir tratamiento, a menos que presenten dolor o molestias en cuyo caso el especialista puede drenar el líquido o extirpar el quiste mediante cirugía.
Cada una de las mamas contiene cerca de 15 a 25 lóbulos mamarios, que en su interior contienen las glándulas responsables de la producción de leche, los lobulillos. Esos lobulillos transfieren la leche materna por el conducto lactífero o galactóforo, que se extiende hasta el pezón. Los quistes mamarios se presentan generalmente por una obstrucción en los conductos lobulares. Dicha obstrucción, produce acumulación de líquido y formación de quiste.
La diferencia entre un quiste y un absceso radica en la infección de los abscesos. Un quiste no es necesariamente una infección, ya que el líquido que contiene es una mezcla de agua y sales minerales, con coloración es transparente, amarilla o amarronada, producido por la propia pared del quiste
Los quistes pueden manifestarse como resultado de los cambios hormonales de la menstruación, pero se desconoce la causa real. Son frecuentes en mujeres jóvenes de 35 a 50 años y tras la etapa de la menopausia, entre 35 y 50 años, pero pueden aparecer en cualquier etapa.
CÁNCER DE MAMA
Se denomina cáncer de mama al tumor originado en las células y estructuras de la mama, por ello, el cáncer de mama es un Adenocarcinoma. Se llama así a la proliferación celular maligna que ocurre en el interior del conducto mamario, sin filtración en el tejido ni traspaso de la pared del mismo.
Existen varias tipologías de cáncer de mama: angiosarcoma, cáncer de mama inflamatorio, masculino, recurrente, carcinoma ductal in situ, carcinoma lobulillar invasivo, enfermedad de Paget mamaria…
Los signos o síntomas son variados: un bulto que se palpa como un nudo firme o un engrosamiento de la mama o debajo del brazo, cambios en el tamaño o la forma de la mama, secreciones por el pezón que se producen de forma repentina conteniendo sangre o produciéndose solo en una mama, cambios en el pezón, aparición de llagas, irritación de la piel, aparición de rugosidades, hendiduras, pliegues o escamas, mamas enrojecidas, dolor en la mama que no remite, etc.
No tiene origen específico, no se sabe el motivo por el cual unas mujeres desarrollan cáncer y otras no.
El autoexamen y la mamografía pueden ayudar a diagnosticar el cáncer de mama de manera rápida y temprana, cuando los tratamientos son tienen mayor índice de eficacia.
LA AUTOEXPLORACIÓN MAMARIA
La primera autoexploración mamaria se debe hacer de manera pausada y con determinación, ya que permite aprender a conocer el aspecto y consistencia normal de las mamas. Una vez conocida nuestra mama, en un futuro podremos identificar posibles anomalías.
Hay que tener en cuenta que la glándula mamaria tiene una consistencia nodular e inicialmente puede tenerse la sensación de que se palpan bultos, por lo que es conveniente que, en las primeras exploraciones mamarias, se cuente con una persona experimentada que enseñe la técnica de forma adecuada.
- Delante de un espejo con los hombros rectos y los brazos junto a la cadera, observa tus mamas y verifica que son del mismo tamaño, forma y color. Que no presentan deformaciones ni inflamaciones visibles
- Levanta los brazos y observa si tus mamas realizan los mismos desplazamientos (que una no se quede a diferente altura de la otra)
- Observa si te sale líquido de uno o de ambos pezones.
- Acuéstate y pálpate las mamas utilizando un taco suave pero firme, pausado con las yemas de los dedos juntos y rectos de manera circular. En las zonas de mayor tejido, palpa con más firmeza.
- Realiza los movimientos por toda la mama en búsqueda de anomalías: de arriba abajo, de izquierda a derecha, desde la clavícula hasta la parte superior del abdomen y no olvides la axila ni el escote.
- Muchas mujeres sienten mejor las palpaciones estando de pie, o tras la ducha con la piel húmeda por lo que, por mayor seguridad, repite la autoexploración en los diversos casos.
- Asegúrate de palpar todo el tejido mamario, tanto en la parte delantera como en la parte trasera.
Recuerda, la autoexploración mamaria es una ayuda en materia de detección preventiva, realízala de manera periódica y si notas cualquier cambio en las mamas, no dudes en acudir al especialista.
La detección a tiempo es fundamental:
Tú te conoces mejor que nadie, cuídate